Monterrey es una de las grandes ciudades de México que han tenido mayor desarrollo en las últimas décadas. Todo esto se debe a múltiples factores, y no cabe duda de que tan solo es necesario retroceder 20 o 10 años, para ver grandes cambios en zonas que hoy por hoy son de alto desarrollo económico. Continua la lectura y conoce más sobre el crecimiento inmobiliario en Monterrey:
Valle Poniente: De tierra virgen a centro exclusivo
Hace veinte años, el Valle Poniente se presentaba como un extenso territorio puro, adornado con escasas construcciones y terrenos desocupados que parecían ofrecer paz y espacio. Las viviendas edificadas en esta zona pocas veces excedían los 4 millones de pesos.
Hoy en día, este mismo terreno se puede llegar a valorar hasta en 10 millones de pesos, debido al incremento en su valoración al pasar el tiempo. Las construcciones residenciales han prosperado, y lo que anteriormente era un terreno abierto se ha convertido en un conjunto de viviendas modernas y lujosas que cautivan a la élite en búsqueda de confort y distinción.
Si hace apenas 10 años las viviendas se comercializaban en 4 millones de pesos, en la actualidad, únicamente el terreno puede llegar a tener un valor de hasta 10 millones. Hace 20 años en Monterrey, Cumbres era muy diferente (llegaba hasta Liverpool), destacaba por sus grandes viviendas y calles pacíficas, pero no contaba con Cumbres García ni con Cumbres Saltillo.
San Pedro Garza García: El auge del lujo
San Pedro Garza García a lo largo de las últimas dos décadas ha fortalecido su posición como el núcleo del lujo del crecimiento inmobiliario en Monterrey. El área se distinguía por viviendas lujosas hace veinte años, pero sin la sobrecarga de rascacielos y edificaciones corporativas a los que ya estamos acostumbrados hoy por hoy.
En 2014, se vendía un apartamento en el distinguido complejo Metropolitan por cerca de 3.5 millones de pesos. Teniendo diez años, la misma clase de propiedad puede exceder los 15 millones de pesos. Este aumento no solo manifiesta la inflación y el crecimiento de la demanda, sino también la conversión de San Pedro en un núcleo de negocios y vivienda de alto estándar.
Los edificios de alta edificación y empresas han transformado el panorama urbano, captando la atención de inversionistas nacionales y foráneos. La moderna infraestructura y la presencia de empresas multinacionales han potenciado la imagen de San Pedro, transformándolo en una de las áreas más valoradas y costosas de Monterrey.
— En San Pedro, cada rincón emana el lujo. Los majestuosos rascacielos y los complejos residenciales de lujo evidencian una transformación que ha establecido a esta región como un emblema de estatus y bienestar.
Carretera Nacional: Crecimiento inmobiliario
Hace siete años, la Carretera Nacional representaba un refugio rural repleto de paz, circundada por quintas y zonas naturales. En esos tiempos, los terrenos en esta zona tenían un costo de 2 millones de pesos aproximadamente.
Actualmente, las personas concuerdan en que la Carretera Nacional ha abandonado esa cualidad rural que tanto la definió . Los terrenos han experimentado un incremento exponencial en su valor, alcanzando valores inimaginables hace diez años.
Las construcciones de gran envergadura han crecido, convirtiendo esta vía en una de las zonas más urbanizadas y apreciadas de Monterey. Los complejos residenciales de lujo y los centros comerciales de lujo son actualmente una presencia habitual, evidenciando la acelerada urbanización y el desarrollo económico de la ciudad.
— La transformación de la Carretera Nacional es una clara señal del progreso equitativo de Monterrey. Lo que antiguamente era un santuario natural, ahora es un vibrante corazón urbano que representa el avance y la modernidad.
La Rotonda de las Casas
A pesar de todos estos cambios en el crecimiento inmobiliario de Monterrey, hay elementos que han permanecido inalterados a pesar de las dificultades que eso supone en una ciudad que no para de evolucionar. La famosa rotonda de las casas, por ejemplo, sigue siendo un punto emblemático en muchas zonas de la ciudad.
Aunque algunos la ven como un estorbo, para muchos es un símbolo de la combinación armoniosa entre lo antiguo y lo moderno. Mantiene viva la esencia de una ciudad que ha sabido evolucionar sin perder su identidad.
— La rotonda es más que una simple estructura; es un testimonio de la capacidad de Monterrey para integrar lo tradicional con lo contemporáneo, preservando su legado mientras avanza hacia el futuro.